Estudió en la Universidad Nacional de Buenos Aires, simultáneamente Odontología y Filosofía y Letras.
Contrajo
matrimonio con doña María Elena López Sanabria y tuvieron ocho hijos,
todos profesionales, quienes heredaron de su padre el amor por la
docencia.
Desde muy joven colaboró con los padres salesianos de la Obra de Don
Bosco, fundando varios oratorios en los barrios más pobres de la ciudad.
Fue un entusiasta colaborador en la cración del Colegio Salesiano Don
Angel Zerda; en aquél entonces un Instituto de Artes y Oficios.
En reconocimiento a su tarea, los padres salesianos lo designaron
durante veinte años –sin haber sido alumno de ese Instituto- presidente
honorario del centro de ex alumnos.
Creó distintas instituciones de gran importancia, tales como la
Asociación Odontológica de Salta, la Liga Salteña de Fútbol, el Club de
Fútbol Central Norte y los Institutos de Enseñanza Técnica en el Colegio
de la Congregación de los padres salesianos de la Obra de Don Bosco.
Fue su pasión la enseñanza de la lengua española. Al respecto publicó
cuatro libros para dictar la materia Catellano, siendo los mismos
aprobados por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la
Nación, como texto para todos los institutos de enseñanzas del País.
Escribió un trabajo muy original titulado “Curiosidades Gramaticales”.
También investigó el idioma árabe, y luego publicó un nuevo libro
titulado “Contribución del Arabe a la formación de la lengua española o
castellana”.
Publicó en la Cartilla de la Real Academia Española; esta
institución rectora, consideró la designación del doctor José Vicente
Solá, como miembro correspondiente, cuando una lamentable enfermedad
cerebro vascular, aceleró su muerte.
Su mayor obra literaria es, sin lugar a dudas, el Diccionario de
Regionalismo de Salta, que obtuvo el primer premio de la Comisión
Nacional de Cultura, y cuya séptima edición ha sido publicada en el año
2004.
José Vicente Solá fue sobre todo un maestro y formador de la juventud
salteña, se desempeñó durante numerosos años como vicerrector del
Colegio Nacional de Salta. Escribió el himno al Colegio Nacional y su
recordada Oración a la bandera.
Sus ex alumnos, no quisieron que su nombre y su trayectoria
desapareciera. Con el correr de los años, como testimonio vivo, uno de
los barrios más importantes de Salta, lleva su nombre. Allí se ha
erigido una importante escuela pública también con su nombre.
En la ciudad de Salta una calle lleva su nombre, como también otra en la Villa de San Lorenzo.
Al frente de su querido Colegio Nacional, se erigió un busto de tamaño
natural de su persona, en cuya base las sucesivas promociones tomaron
como hábito colocar placas recordatorias, al cumplir sus bodas de oro
del egreso como bachilleres del colegio.
Su bonhomía, se acrecienta en la nostalgia de los gratos recuerdos que
dejó en los años claves de la formación de los jóvenes salteños, de las
generaciones de aquellos años, hasta mediados del siglo pasado.
Su acción política:
José
Vicente Solá, a poco de egresar como odontólogo a los 24 años de edad,
se afilió al partido Demócrata Nacional. En tres períodos consecutivos
ocupó un escaño en la Cámara de Diputados de la Provincia de Salta. En
el segundo mandato se desempeñó como Presidente de la Cámara de
Diputados.
Luego fue elegido por un período, senador por el distrito de la capital de Salta.
Fue autor de leyes muy importantes como la del Patronato del Menor, la
creación de la escuela para ciegos, la ley de en banderamiento
obligatorio en el frente de cada casa particular en los días patrios,
varias leyes destinadas a estimular la educación pública, etc.
Se adhirió a la candidatura presidencial del Dr. Robustiano Patrón
Costas, efectuándose la proclamación del mencionado candidato en su
domicilio particular en calle Juan Martín Leguizamón 457. Como es de
conocimiento público el Dr. Patrón Costas no pudo participar en las
ellecciones debido al golpe de estado del 4 de junio de 1943.
Por los Senderosde Argentina