En un claro mensaje de reivindicación, con una fotografía que lo muestra en un abrazo fraternal con el misionero Chango Spasiuk, Calamaro habló del sentimiento y la poesía, la dulzura y la profundidad de la música del litoral.
Las conversaciones en los cafés, en el mercado o en el colectivo – que eran antes los termómetros habituales del humor social y los espacios de debate e intercambio popular sobre lo que le interesa a “la calle” – fueron mutando en los últimos años hacia foros virtuales en redes sociales. No son el epicentro de la sabiduría popular, ni mucho menos, pero se constituyeron en un innegable espacio de vox pópuli. Y es también una vidriera para personajes, empresas y artistas.
En su página de la red social de Facebook el cantautor, músico, compositor y productor discográfico argentino Andrés Calamaro aprovechó el espacio para revalorizar al género chamamecero.
El artista, considerado uno de los íconos del rock argentino por su actuación con Los Abuelos de la Nada y su prolífica carrera como solista, así como una figura influyente del rock español por su éxito con Los Rodríguez, es un fiel seguidor de la música litoraleña, así como de las costumbres de esta región. Así, es dueño de un “bar matero” en el barrio porteño de Belgrano, asociado a la ruta correntina y misionera de la yerba mate.
Hace pocos días habló en su sitio (@andrescalamarooficial) sobre nuestra música, de la cual destacó “su riqueza profunda y deliciosa”. El mensaje (o posteo) apareció acompañado por la fotografía de Calamaro junto a un gran referente de la música litoraleña, el misionero Chango Spasiuk.
El Flamenco Argentino
“En Buenos Aires no se escucha, casi, el tesoro del nordeste argentino, la música total, el equivalente el flamenco en Andalucía.
Verduleras y acordeones, raigambre afroperuana y guaraní, los instrumentos europeos de los jesuitas. Cada genio del acordeón, convoca coplas, poesía y sentimiento; es un género de gran categoría. Nuestros acordeones son más importantes (acaso) que los del Brasil (de Sivuca y Oswaldinho). Tienen más sonido, pero más melancolía. La tierra canta melancólica los sonidos del duende inexplicable. No sé si estamos a tiempo para enmendar los errores de tantas generaciones antes que las nuestras, pero sí que estamos a tiempo (nunca es tarde si la lucha es buena) de aprender y disfrutar con la música del Litoral argentino. Que tiene riqueza profunda y deliciosa, un mundo para explorar o descubrir.
El flamenco argentino, la música de nuestro Litoral. De la tierra colorada donde cultivan la yerba, de Corrientes, la de los desertores de guerras fratricidas; cuatreros y gauchos, como el que convoca multitudes en Mercedes. Un sapukai de broche litoraleño. Dulce folklore.
Somos hermanos o no somos nada, cosecheros.
¡Arriba las manos!
Chamamé.
Repercusiones
Parte de la emoción que genera el mensaje del ícono de la música argentina de nuestro tiempo, tiene que ver con el impacto que tuvieron sus palabras. El mismo Chango Spasiuk contestó emocionado, con un contudente “Gracias, amigo”.
El posteo fue visto más de un millón de veces, suma más de 300 compartidos y supera los 100 comentarios.
Algunos fueron dirigidos al músico chamamecero: “Grandes los dos. El Chango es puro arte y buen gusto de cómo hacer buena música”, “Chango: te acunaron los ríos, la tierra te dio el coraje, los verdes fueron la fuerza para que seas un gran músico”, y “Chango ese sentimiento musical en cada acorde. Me llena de nostalgias todo mi ser. Andrés, poesía que cubre la nota en una hermandad genial”, se lee entre tantos.
Por los Senderosde Argentina