Creada a pedido de Manuel Belgrano en 1812 para unificar los colores del ejército, fue instituida por el Consejo Nacional de Educación en 1935
Belgrano fue quien solicitó crear un símbolo para unificar los colores del ejército, ya que hasta ese momento se usaban diferentes distintivos. Fue así que, el 18 de mayo 1812, se aprobó a través del Primer Triunvirato el uso de la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color celeste y blanco.
Esta celebración fue propuesta inicialmente en 1935 por el Consejo Nacional de Educación y en 1941 quedó oficializada.
Los argentinos y argentinas utilizan esta insignia del lado izquierdo del pecho, en las fechas vinculadas a su creación (18 de febrero), durante toda la Semana de Mayo (desde el 18 al 25), y también en días festivos nacionales, tales como el Día de la Bandera (20 de junio) y el Día de la Independencia (9 de julio).
La escarapela adopta formas muy diversas: cucarda, cinta, lazo, moño y se la caracteriza entonces como un emblema de nacionalidad.
La escarapela argentina, con sus distintivos colores celeste y blanco, tiene sus raíces en los primeros días de la lucha por la independencia. Simboliza la identidad y espíritu nacional de los argentinos.
Origen
Los documentos referidos al origen y a la razón por la cual se definieron sus colores son imprecisos y carecen de fuentes que garanticen la autenticidad de algunas versiones.
El único dato fidedigno que consta en la documentación histórica es la solicitud que el General Manuel Belgrano hizo al Triunvirato el 13 de febrero de 1812, para que se dictaminara el uso de una escarapela nacional con el objetivo de uniformar al Ejército Revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos.
Como respuesta, el 18 de febrero del mismo año, ese cuerpo decretó el reconocimiento y uso de tal emblema con los colores blanco y azul celeste como insignia patria, "quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían".
Por los Senderosde Argentina