Manu Sija: el violinista que vino de Tucumán para sacar al folklore del closet

A los 7 años bailaba folklore en Tucumán, su tierra natal, y a los 11 años grabó su primer álbum tocando el violín, la guitarra y el bombo. Manu Sija, que compartió escenario con León Gieco, Pedro Aznar, Liliana Herrero, Soledad y Divididos, volvió con su disxo Cango solo a esos comienzos solista, cuando tocaba todos los instrumentos de una banda imaginaria y en su cuarto. Ni tan solista ni tan solitario, hoy se presenta como parte de New York Trío.

Imagen: Sebastián Freire


Cuando presentó su disco hace poco más de un mes, reveló en público algo que Sija hace de forma íntima, es decir, se mostró como si estuviera tocando en su casa. Su instrumento principal es el violín, pero quiere a todos sus instrumentos por igual, dice, y eso es lo que mostró cuando se presentó en Capital. “Tocar varios instrumentos al mismo tiempo es algo que me apasiona”. Estuvieron de invitadxs Marcelo Torres, que tocó con Spinetta y con Lito Vitale entre otros, Santiago Molina en flautas celtas mientras Sija, con un sintetizador generaba imágenes al tocar. “Esto también fue parte del show”, dijo mientras prometió que esta noche habrá más sorpresas cuando se presente con New York trío.
En cuanto le preguntamos cómo era la vida de adolescente bajo el influjo de la lunita tucumana, Manu Sija dice que lo que primero le viene al recuerdo es el olor pasto recién cortado que había en el campo, en verano, en Valderrama, provincia de Tucumán; el pueblo donde nació y que ya desde el nombre lo marcó con destino folklórico. “Los pájaros eran parte de ese sonido en mi infancia. Los álamos que están en el fondo de mi casa, que hacían ruido con el viento. Enfrente hay una ruta y también recuerdo el ruido de los autos pasando; es un sonido que ha estado siempre presente”. Los domingos, en su casa, mientras hacían el asado ponían folklore. Pero también había cumbia como música de fondo. Aprendió a tocar la guitarra con la samba “Luna tucumana”, de Atahualpa Yupanqui. Antes, cantaba Xuxa y los musicales de Chiquititas. Tuvo un montón de amores no correspondidos, sobre todo en su infancia. “Tuve un crash con un compañerito en jardín, imagínate… Eso no cuenta como amor pero… En la adolescencia, cuando no aceptaba mi sexualidad tuve una novia, que la quise mucho; y ella fue también para mí un tipo de amor.”