El Pombero
Según la creencia, este duende puede ser amigo o enemigo del hombre depende de cómo se le trata. En Corrientes está afianzada la costumbre de dejar ofrendas por la noche (tabaco o caña) para pedirle favores y su amistad. Porque si se transforma en enemigo, puede llegar a ser muy bravo, su mejor arte es el engaño del que se vale para extraviar gente en la selva. Hasta acá la mitología regional.
Se lo conoce también con los nombres de Py-ragüe (pies con plumas), Karai-pyhare (Señor de la noche) y Kuarahy-Yara (Dueño del sol, tal como se lo conoce en el mito mbyá del sur del Brasil). E igualmente con el nombre de “Chopombe” (abreviatura de Cho – que equivale a la expresión castellana “Don”) – y Pombéro.
Lo definen como un hombre bajo, fornido, muy moreno y retacón, con manos y pies velludos cuyas pisadas no se sienten (algunos sostienen que podría tratarse de un aborigen Guaycurú, pueblo con los cuales los guaraníes tenían continuos conflictos). Sus pies se pueden dar la vuelta, de manera que confunde a aquellos que quieren seguirlo. La mayoría de las versiones coinciden en describirlo con la boca grande y alargada y los dientes muy blancos; los ojos chatos, como los del sapo, una mirada fija, como la lechuza; y las cejas de pelo largo.
considerado un genio protector de las aves de la selva. Sin embargo, a medida que evolucionaba el mito fue “adquiriendo” nuevas habilidades: poder mimetizarse con facilidad o metamorfosearse en cualquier animal, imitar el canto de cualquier ave (en especial las nocturnas), hacerse invisible, deslizarse por cualquier ranura u orificio.A veces las secuestra y las posee, y después de saciarse las deja ir, generalmente embarazadas, en cuyo caso el hijo nacerá muy parecido a él.
Si se habla mal de él puede vengarse molestando o ensañándose con esa persona. Un mero roce con sus manos peludas puede producir que la persona se torne zonza, muda o experimente temblores. Para granjearse su amistad se le suele ofrendar tabaco de mascar, miel o botellas de caña, dejando estos productos cerca de la casa y rogando al Pombero que no haga más daño.
Se dice que es el dueño de los pájaros y del sol y señor de la noche. Sale a pasear en los meses de Octubre y Noviembre, cuando empieza el calor.
Cuentan que una vez, el Pombero se enojó con un hachero de la provincia de Formosa: Marco Gavasa, lo sacó del rancho con cama y todo durante la noche y lo dejó en medio del monte. Esto mismo se repitió durante varias noches hasta que una vuelta lo golpeó y lo dejó paralítico. Marco Gavasa murió a los 86 años en el año 1972.
Quiere a los chicos buenos y golpea a los malos. Cuando uno le imita el grito o el silbido, éste le contesta en forma enloquecedora. Dicen que se lo ahuyenta con ajo.
Por los Senderosde Argentina