Las artistas Liliana Vitale y Verónica Condomí comenzaron hace 40 años una carrera en conjunto que hoy retoman con un disco que sorprende por el riesgo que asume: recorrer a través de un sonido minimalista las entrañas de la tierra adentro.
En 1977 ambas integraban el Grupo MIA, un colectivo artístico que reunía lenguajes de la Argentina folk. Cada tanto retomaron esas colaboraciones en conjunto; en los 80s y los 90, para después tomar caminos disferentes. Hoy, ambas vuelcan sus décadas de experimentación y búsqueda en "Elementales", una de las grandes placas de 2017.
Se trata de un disco con improvisaciones y canciones, todo grabado en estudio y que van a presentar el sábado 9 de septiembre en el porteño espacio Caras y Caretas.
En diálogo con Infonews, las artistas se refirieron al disco que exhiben con orgullo y cuentan que trabajar luego de 40 años de iniciado el camino "es un continuo vivir, sentir y compartir.. E dúo nos permite encontrar una forma en el canto y decir un mensaje que suena a nosotras, tanto en una composición como en las improvisaciones", describe Verónica Condomí.
Vitale-Condomí
El sonido de "Elementales" se establece, entre sonidos de la raíz del folclore argentino, con una mirada potente puesta en elementos originarios de la tierra y el sonido, materia prima de la música como verbo del aire.
Este escriba encuentra en la grabación referencias y sonidos que disparan links a Pink Floyd. ¿Será una escucha caprichosa? Según Condomí "el resultado de las improvisaciones a nivel sensorial es de lo más atávico, no hay ningún rémix; somos nosotras improvisando con nosotras mismas". Al mismo tiempo reconoce que "las influencias sobrevienen al universo sonoro de cada uno", y ejemplifica: "En Amaicha creían que en el primer tema escuchaban el grito de las mujeres de alta montaña que llaman a su ganado. Quizás para alguien de la ciudad o con otras influencias, las voces los acerquen a Pink Floyd… Así son las resonancias internas que te hacen vibrar, viajar y recordar".
Por su parte, Vitale revela que ya no buscan mucho, "casi nada, o
más bien nada premeditadamente". Subraya, también, la escena de riesgo
de ese tipo de producción: "Nos tiramos a la pileta y en esos, ya
muchos, viajes que fuimos realizando juntas, nos encontramos cada vez
más. Aparecen cosas desconocidas o ancestrales y otras que luego quizás
reconocemos como influencias, pero más cercanas... por ejemplo hay una
improvisación que se llama "Danza de Ánimas" en donde la caja que suena
me la prestó Facundo Guevara y era de Carnota, con ella toco una síncopa
que Vero contaba que el Chango Farías Gómez le mostró. Esas almas nos
inspiraron ahí. Y por supuesto todo aquello con lo que uno conectó
sensiblemente también forma parte de los ingredientes, por qué no Pink
Floyd", resume.
Por los Senderosde Argentina