Faltan varias horas para que “el Chaqueño” ponga un pie en Jesús María, pero Oscar Esperanza Palavecino ya se siente en las inmediaciones de uno de los festivales que más disfruta visitar. Según cuenta desde Mendoza, será su aparición número 26 de manera consecutiva. Y fiel a su costumbre, el ingreso será sobre el lomo de uno de sus caballos, los cuales traslada desde Salta con el único objetivo de ser parte de una comunión con “la gente linda del campo”, según resume.
“Siempre tratamos de entrar a caballo porque yo considero que es un festival adonde el criollismo está y hace grande a todo lo nuestro, que en los últimos tiempos nos cuesta un poco más. Yo a eso lo vivo ahí en Jesús María”, arranca diciendo. “Lo de andar a caballo viene del monte, que ha sido el único medio de transporte de uno cuando íbamos a la escuela, y de hecho lo sigo haciendo”, explica.
“Comemos, guitarreamos, nos vamos a descansar y después ya ensillamos los caballos para entrar por el campo. Hace años que no puedo entrar por el lado del escenario, a donde uno calienta la voz y está más tranquilo. Pero esto es parte de uno y ya se ha hecho un clásico”, asegura. “Veremos qué hago. Capaz que cante una copla si llega el micrófono hasta ahí”, suelta al pasar.
–El miércoles un caballo tuvo que ser sacrificado y la polémico en torno al maltrato animal volvió a instalarse. ¿Cómo lo vivís vos teniendo en cuenta tu vínculo con estas tradiciones?
–Es entendible la defensa del animal. Yo soy uno de los que más cuido al caballo, como hay mucha gente que los cuida, porque los quiere. Nadie quiere que se muera un animal. Es lamentable. Yo conozco tropilleros que han enterrado sus caballos como si se tratara de un ser humano. Yo creo que hoy más que nunca hay mucho cuidado con los animales, siempre hay un buen cariño. Lo lamento un montón. La doma es parte de nuestra tradición, lo hemos heredado. La patria se ha hecho a caballo. Sería triste que nos quitaran eso, es como si nos quitaran la chacarera. Y lo del maltrato no es así. Los caballos de doma son como los caballos para salto o para desfile. ¡Es tan grande el animal! Es una satisfacción andarlo, olerlo, disfrutarlo.
Hombre de costumbres
Luego de casi tres décadas de actuaciones consecutivas en Jesús María, El Chaqueño Palavecino sigue ansiando llegar al norte cordobés durante los primeros días de cada enero. “Yo voy a muchos festivales donde nos encontramos a muchos cantores. Pero en el caso de Jesús María estoy en la mía, por eso lo espero año tras año. Yo huelo el sudor del caballo, siempre estamos andando. Nos encontramos con la criollada, con todo el gauchaje. Semejante fiesta y qué cultura que hay, porque realmente hay un respeto grande entre todos”, explica.
Por los Senderosde Argentina